viernes, 20 de mayo de 2011

Mi despedida.


Me siento mal, pero no me puedo rendir... no ahora que el fin se acerca...
aveces creemos que algo va suceder de tal manera porque siempre lo creímos así, pero eso no siempre es cierto... lo vivo ahora y lo único que puedo hacer para seguir adelante es no perder las fuerzas, levantar la cabeza y concentrarme en que todo acabará bien y el susto pasará.. y todo volverá a la tranquilidad y a la paz de siempre.. que podre reír en el futuro...

pero... y si todo sale mal... ¿podré reír otra vez? ¿podré volver a ver el azul del cielo? ¿seré capaz de sonreírte como siempre?

Sé muy bien que no debería estar haciendo esto... pero no puedo evitarlo.
¿De qué otra manera esperas que me relaje? ¿comó quieres que pueda vivir
con esta carga? no podría soportar la mirada lamentable de tus ojos.

¡NO QUIERO VERLOS! ¡NO QUIERO TU PENA! ¡NO QUIERO TENER QUE PEDIR PERDON POR UN ERROR MIO, DEL CUAL TU NO DEPENDES!

¿Por qué te tendría que afectar mi decisión? si lo único que has hecho estar ahí, alrededor, pero no has hecho mucho... por eso ... hoy te digo adiós.

No solo a ti, no te sientas especial, sino mas bien a todo el mundo. A los que me conocieron y a los que nunca supieron ni sabrán de mí. A aquellos que nunca nos vemos y que nos mezclamos con el fondo del paisaje de la vida, a los que no nos sienten a menos que estemos a dos centímetros de distancia, a ellos va dirigido mi adios. A ellos que saben por lo que paso, que quizás nunca conocí ni vi ni conoceré, pero que saben a que me refiero.

Adiós. No me recuerdes, no llores, ni te lamentes por mi, puesto que nunca me viste. No podrías decirme que no es cierto, o que me equivoco, porque si eso fuera así... habrías evitado todo esto. El no verlo no te hace totalmente culpable, pero quizás... tengas algo de culpa... quizás.. solo un poco... por no verme cuando te hable, cuando te grite, cuando llore por ayuda, por una abrazo, por apoyo... siempre estuve ahí para ti, sin embargo tu nunca volteaste a verme... no me importo, pero las cosas han cambiado.

La yo de ahora no quiere verte, ni a ti ni a nadie.
Por todo esto te digo adios. Que seas feliz, que no llores por mí, aunque sé muy bien que no lo harás, pero de todas formas guardo las esperanzas de que lo hagas.

Cuídate mucho. Se feliz. Te deseo lo mejor del mundo, puesto que eres la persona que más amo y amaré en mi vida. Aun que suene estúpido, pero es la cruel verdad.

Adios y hasta nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario